Mujer, 62 años y hace 30 me diagnosticaron sida. Desde entonces, he tenido todo tipo de problemas, producto de los efectos secundarios de las medicaciones y las típicas del vih.

En enero, me puse en contacto con Mª Jose Montes, kinesióloga y la mejoría ha sido considerable.

Llegué con las manos agarrotadas, hinchadas y ya en la primera consulta se solucionó; no he vuelto a tener esa molestia.

He vivido mucho tiempo con un permanente dolor de espalda, desde la mañana hasta la noche y con el tratamiento ha disminuido hasta ser ocasional.

Me gustaría destacar el cambio en mi estado de ánimo: me siento vital, con ganas, dispuesta, contenta de despertarme cada mañana y, lo más destacable, ¡sin miedo!

Los TD4, lo que llaman defensas, durante mucho tiempo bajas y estancadas, están subiendo.

Mi más profundo agradecimiento a la homeopatía, la kinesiología y, sobre todo, a Mari Jose que, con tanta delicadeza y cuidado, me está ayudando a sanar. Siento que una nueva vida acaba de empezar.

Gracias.